martes, 8 de junio de 2010

PAULO FREIRE: SUS MÁS NOTABLES APORTES A LA EDUCACIÓN LATINOAMERICANA.

Paulo Freire educador brasileño que sobresale por los más profundos interrogantes planteados a la educación tradicional del siglo XX en Latinoamérica, propuso nuevas opciones visionarias que han tenido un impacto en todos los ángulos de la educación formal e informal. El estilo literario actual e innovador de Paulo Freire radica no sólo por la crítica que plantea a la educación tradicional, a la cual califica como “bancaria” y “domesticadora” sino por las alternativas que propone, sobre la base de un razonamiento crítico, dialéctico y emancipador. Esas alternativas han tenido un impacto mundial, las ideas más importantes son una pedagogía de la liberación, una educación para el pueblo y que sea democrática o participativa, estos ingredientes son suficientes para enmarcar el gran aporte de Fraire a la enseñanza.

LA PEDAGOGIA DE LA LIBERACION.

Freire propuso sus primeras tesis después de investigar, por varios años (1946-1961), la educación primaria y secundaria de Brasil y de identificar varios problemas fundamentales entre los cuales se destacan la práctica de una educación que manipulaba a los estudiantes y que generalmente los "domesticaba". Por eso, había resistencia de parte de los estudiantes frente a la educación recibida, los métodos tampoco funcionaban ni se lograba la eficiencia esperada. La educación debía corregir, no era posible avanzar sin corregir. En sus palabras, "no es posible inventar sin corregir, tampoco es posible servir sin corregir, ni es posible ser sin corregir".1 La educación era "práctica de libertad" y liberación del oprimido. Estas son tesis protegidas en sus dos primeros ensayos, mundialmente conocidos, tesis que se explican con transparencia y profunda argumentación en la medida en que se corroboran y se dialoga con los educadores y los pensadores contemporáneos más connotados. Una educación democrática no debía concebirse en sentido vertical, como si el educador estuviera por encima de los estudiantes, sino en horizontalidad, con los estudiantes. La educación debía provocar colaboración, participación, poder de decisión y responsabilidad, virtudes necesariamente sociales y políticas, además de individuales. Por eso, una "sociedad cerrada" y conservadora buscaría la "domesticación" y manipulación de la educación, una sociedad abierta buscaría una educación de los seres humanos libres (el sueño de todos los pueblos) y una sociedad en transición como la de Brasil en la década de los años buscaría una educación que resuelva problemas.

Así como Brasil, también América Latina estaba en transición y, por eso, su propuesta tiene repercusiones en todo el continente. Freire educa para la comprensión de la situación de opresión en la cual se vive y para salir de ella educa para detectar situaciones límite para superarlas, acción donde surge la "concientización", famosa palabra tan tergiversada y mal comprendida, hasta el punto de ser "mitificada", según Freire mismo. A su criterio, el término concientización se había transformado en fórmula mágica: como ayuda para resolver problemas especialmente emocionales, como ideas que por el hecho de ser expresadas tenían poder de transformar las condiciones de opresión, como aplicación “tipo aspirina” que una vez recibida producía transformación individual sin que necesariamente cambiara el mundo y la concientización como término bien comprendido, y por eso "satanizado", porque se convierte en una amenaza a los intereses defendidos. Las primeras tres son equivocaciones en la comprensión del término; la última es la comprensión del opresor quien comprendiéndolo lo mitifica intencionalmente para deformarlo, hacerlo ineficaz y destruirlo. La concientización no es, entonces, la sola toma de conciencia teórica e individual, tampoco es tan sólo la toma de conciencia o el cambio de conciencia, sino "un esfuerzo dialéctico de comprensión que no puede existir fuera de la praxis humana, fuera de la acción y reflexión sobre el mundo de opresión que habrá de transformarse. Esa transformación no se puede dar sólo en la conciencia teórica e individual sino que tiene que ser práctica social. La concientización es reflexión que orienta la acción concreta para producir el cambio de la situación deshumanizante. No cualquier cambio, ni el cambio por el cambio, sino aquel que se hace con los demás y para beneficio de todos, acción solidaria y capaz de transformar las condiciones de opresión existentes para vivir en mayor libertad. Por eso, la concientización es el proceso que se inicia en la opresión y busca libertad, va de una conciencia ingenua a una conciencia crítica, es acción de compromiso que implica amor al prójimo y esperanza de una vida plena, que supera las condiciones que hacen imposible vivir en forma humana, es acción crítica, liberadora, amorosa, alegre, humilde y de esperanza. La concientización no es un pasatiempo ni una especulación, tampoco es un instrumento de represión para el control de los que no piensan igual, tampoco es manipulación. Concientización es praxis, acción y reflexión para crear un mundo más libre y más humano. Por eso, Freire educa para la participación política, la decisión en todo aquello que significa la propia realización y el cumplimiento de la propia responsabilidad. Cuando Freire se dio cuenta de la incomprensión del término concientización denunció su mitificación2, sus casas editoriales advirtieron su sentido original sustituyendo el término concientización por "concienciación"; sin embargo, en sus últimas obras se incorpora nuevamente el término original. Sus obras más importantes de esta primera etapa de su vida (1946-1964) fueron Educación y actualidad brasileña, La educación como práctica de la libertad y Pedagogía del oprimido.

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